El Seminario Diocesano se ubica en la Diócesis como uno de sus elementos esenciales, conforme a los documentos de la Iglesia existen mutuas relaciones entre la Diócesis y el Seminario: de colaboración y ayuda de parte de los fieles laicos, de las religiosas y de los presbíteros respecto al Seminario, de apertura y de inserción orgánica en la vida diocesana de parte del Seminario (Cfr. Cns233, 234 y 237).
El Seminario Diocesano se encuentra dentro de la Pastoral Orgánica Diocesana en la Pastoral Vocacional conforme al plan Diocesano de Pastoral. La Pastoral Vocacional en si realidad integral comprende la vocación total del hombre, la promoción de todas las vocaciones y ministerios y, con especial cuidado, la promoción de las vocaciones consagradas: presbiteral y religiosa. La pastoral que atiende a las vocaciones al sacerdocio ministerial en la Pastoral Vocacional Presbiteral.
La pastoral Vocacional Presbiteral es un proceso unitario que comprende las siguientes etapas:
Al Seminario le compete directamente las tres etapas intermedias de este proceso, comparte con toda la comunidad cristiana el deber de fomentar las vocaciones sacerdotales (Promoción Vocacional Presbiteral) y ofrece su colaboración a la Comisión Diocesaza del Clero para la formación continuada de los Presbíteros (Formación Permanente)